Una válvula de compuerta es un tipo de válvula utilizada para controlar el flujo de líquidos y gases en tuberías y sistemas de tuberías. Se compone de un disco plano o cónico que se mueve perpendicularmente a la dirección del flujo, lo que permite que el fluido fluya a través de la válvula o se detenga por completo.
Estas válvulas son comunes en aplicaciones industriales, como la industria petroquímica, donde se utilizan para controlar el flujo de productos químicos peligrosos y líquidos corrosivos. También se utilizan en aplicaciones comerciales y residenciales, como sistemas de plomería y riego.
Las válvulas de compuerta se dividen en dos categorías: de vástago ascendente y de vástago no ascendente. Las válvulas de vástago ascendente son aquellas en las que el vástago se eleva y se baja junto con el disco. Mientras que en las de vástago no ascendente, el vástago permanece fijo mientras el disco se mueve hacia arriba y hacia abajo.
¿Cómo están construidas?
En cuanto a su construcción, las válvulas de compuerta suelen estar hechas de acero al carbono o acero inoxidable, aunque también se pueden encontrar en otros materiales, como bronce y hierro fundido. Además, están disponibles en una variedad de tamaños y presiones de trabajo para adaptarse a diferentes aplicaciones.
Las válvulas de compuerta se conocen por su alta capacidad de cierre y su baja resistencia al flujo, lo que las hace ideales para aplicaciones donde se requiere un alto nivel de control y una baja pérdida de presión. Sin embargo, también tienen algunas limitaciones, como su tiempo de operación lento y su susceptibilidad a la obstrucción y la acumulación de sedimentos.
En general, las válvulas de compuerta son una opción popular y efectiva para el control del flujo en una amplia variedad de aplicaciones. Su diseño simple y su capacidad de cierre confiable las hacen ideales para su uso en situaciones en las que se requiere una operación segura y efectiva del sistema de tuberías.
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